martes, 10 de marzo de 2009

Dra. María Montessori: Su vida, su método

Dra. María Montessori. Italia, 31 de agosto de 1870 - Holanda, 6 de mayo de 1952.

82 años de observar el mundo a través de unos ojos de niña. Nunca se preguntó cuál era el límite a lo que podía hacer. Sólo hizo lo que le mandaban su curiosidad, su corazón y sus ojos. Gracias a Dios, no le dio ninguna importancia a lo que la sociedad le permitía o no hacer.

Su determinación la llevó a ser la primera mujer en graduarse de Doctor en medicina en Italia, una profesión reservada con exclusividad para los hombres hasta ese momento.

Así también veía ella en cada niño un universo de posibilidades, potencial sin límites ni limitaciones.

Eso es el método educativo Montessori. Ver y fomentar esa capacidad ilimitada en cada uno de los niños. Montessori ha sido llamado el método de educación para la paz. Cuando vemos el potencial ilimitado de cada niño y lo celebramos, tenemos paz.

La doctora Montessori describió la mente del niño como una esponja (Leer "La mente absorbente" de la Dra. Montessori). Absobe todo a su alrededor. Aprende a través de sus sentidos. Tocando, escuchando, observando. Así pues, ella utilizó lo que aprendió observándolos para aprender a enseñarles.

Por eso, La doctora Montessori, promueve primero la educación de los sentidos y luego la educación del intelecto. Es así como observar se traduce en leer, tocar en escribir, escuchar en hablar. Es importante mencionar que los primeros niños con los que Montessori trabajó eran tildados de ineducables, defectuosos.

Su fé en los niños, la cualidad más importante que nos enseña, la llevó a observar la forma como aprenden los niños. Esas observaciones le indicaron el camino para desarrollar los materiales preparados para que cada niño aprenda a su ritmo. Todos tenemos velocidades e intereses diferentes. Cada día es una aventura con cosas nuevas para observar y para aprender.

Si el niño se rodea de aceptación, estímulo, espacio para descubrir por sí solo lo que puede hacer, tendremos un ser humano armonioso, feliz y que aceptará a los demás y a sí mismo como es, promoviendo armonía en su entorno. Un hombre o una mujer pleno(a) y libre. Un ser de paz.